LAS AUTOFLORECIENTES
Características de las autoflorecientes
Las
plantas autoflorecientes poseen una genética que las hace únicas ya que este
tipo de plantas poseen la virtud de poder florecer en cualquier época del año,
puesto que son independientes a las horas de luz,al fotoperiodo, al contrario
que las semillas regulares (machos y hembras)
y cuando transcurre su tiempo de germinación y crecimiento florecen.
Esta es sin duda su principal característica , ahora bien, siempre vamos a obtener
una mayor producción y mejor calidad si
las cultivamos en primavera-verano que si lo hacemos en otoño e invierno, al
igual que también cambiará su producción, calidad, sabor y efecto dependiendo
de la variedad de semilla que cultivemos.
Este tipo de plantas, al igual que las regulares, pueden cultivarse tanto en interior como en exterior.
Aunque como hemos comentado antes no dependen del fotoperiodo, cuanto más horas de luz reciban en su corto periodo de cultivo mayor será su producción y calidad.
Conviene
recogerlas entre los 50 y 60 días del inicio de la floración o entre los 70 a
80 días desde la siembra y consultar las indicaciones de los bancos, aumentándolas algunos días, ya que todos se empeñan en tener las automáticas más
rápidas, esta es mi opinión.
Automática Jack Herer
En cuanto
a su tamaño suele tener una altura mediana o más bien baja, que oscila entre
los 60 o 70 cm hasta 1,4 o 1,5 m., siendo el metro de altura la media que tienen este tipo de plantas,
dependiendo de la variedad que se trate, su cultivo, la zona y los nutrientes
empleados, etc.
Las
plantas autoflorecientes provienen del cruce
de la subespecie sativa ruderalis, la cual
produce unos niveles de THC muy bajos,
tanto con una variedad índica como sativa con niveles de THC bastante
altos.
Dependiendo del tipo de cruces que hagamos obtendremos distintos
sabores, olores,cogollos y efectos sobre nosotros, pudiendo obtener una hierba
de recreo, para disfrutarla en nuestro tiempo libre o una hierba medicinal, aunque para este campo se suele utilizar la variedad regular más que la automática, con
propiedades curativas para combatir problemas como : Parkinson,
artritis, ansiedad, reúma, epilepsia, la lista de enfermedades es interminable, pero sobre este tema ya haremos una publicación especial, ya que lo merece y mucho.
Si comentar que en lo referente a una de las enfermedades mortales de nuestra época como es el cáncer, esta noble planta tiene la capacidad no de curar pero según los últimos estudios realizados, si de prevenir actuando diréctamente sobre las células que lo producen, que no es algo baladí.
Para
utilizarla como medicinal conviene saber que el cruce de la variedad ruderalis
con una variedad Indica, el efecto suele ser sedante ya que su contenido en THC
es más
bien
alto, al igual que el contenido en CBC. Siendo recomendable utilizarlo para las
enfermedades antes citadas.
Por el
contrario si el cruce lo hacemos con Sativa su contenido en THC es medio a alto
y el nivel en CBC bajo, el efecto suele ser más activo y euforizante,
obteniendo una sensación tanto física como mental y tendiendo más a estimular
que a sedar Este tipo de cruce es más eficaz para combatir enfermedades como :
apetito, migraña, dolor crónico, vómitos y náuseas.
La
autoflorecientes aguantan muy bien los
climas fríos ya que la variedad ruderalis proviene del norte de Asia.
La
primera variedad autofloreciente fue Lowryder, del banco de semillas "The
Joint Doctor's, esta variedad fue creada a partir de la genética cannabis sativa indica +
cannabis sativa rudelaris. Posteriormente salieron del banco de Buddha "White Dwar"f y "Road
Runner "de Dinafem.
En un
principio tanto la calidad como la cantidad era escasa, por lo que los
consumidores no se decidían por este tipo de plantas, pero con el paso del tiempo los bancos han solucionado este
problema y actualmente existen en el
mercado variedades de autoflorecientes con una calidad y cantidad de cogollos
que las hacen muy recomendable.
Automáticas con el mismo tiempo y distintos tamaños
Germinación y Trasplante
La germinación de su semilla es idéntica a la de una semilla regular (macho o hembra)
Para
realizar este proceso con éxito las semillas necesitan unas condiciones de
temperatura y sobre todo de humedad-oscuridad; la temperatura ideal para que
germinen seria sobre 22 a 26 grados.
Humedad y oscuridad son fáciles de
proporcionar y bastaría con usar la forma clásica de germinado, plato con plato para conseguir la oscuridad y dentro de ellos
depositar una servilleta húmeda, por ejemplo.
Normalmente
las semillas suelen germinar entre 48 o 72 horas, pero hay algunas que pueden
llegar a los 10 o 1 5 días, transcurrido este término es raro que la semilla germine.
Esta
sería la forma tradicional de germinado, también se puede utilizar un
Germinador tipo “Pro”, el cual le aporta todas las condiciones necesarias para
el germinado. Al igual, podemos introducirla en un “Jiffy” (taco de turba
prensado) o un taco de lana de roca y depositarla en su maceta definitiva
cuando llegue el momento.
Otro método de germinado sería utilizando un baso con agua y unas gotas de agua oxigenada para su reblandecimiento, facilitandole su apertura.
En el cultivo del cannabis es muy importante el poder conseguir un buen sistema radicular, para llegar a ello debemos de utilizar un buen sustrato que sea esponjoso y aireado para un buen desarrollo, puesto que si utilizamos un sustrato
poco aireado las plantas no suelen desarrollarse bien y pueden llegar en
muchos casos a la muerte de la planta. En el caso de la automáticas esto se
complica un poco ya que con su corto periodo de cultivo no debemos de cometer nigún fallo, el cual probocaría estrés en la planta y una reducción en su potencial.
Es recomendable que esté aireado y poco abonado, tipo light mix que
podemos encontrar de diferentes marcas en nuestro grow y controlar muy bien el
PH como EC en el corto periodo de vida de la planta.
Automática Demon Mass de Mr. Hide Seeds Bank
Lo ideal
es ir añadiendo los nutrientes poco a poco según las necesidades de la planta, un exceso de alimento puede alterar el desarrollo de las raíces y de
la planta en general, puesto que de las
raíces dependerá el desarrollo de la misma, entre otros factores. Si utilizamos
un sustrato completo no tendremos que preocuparnos de abonar hasta la siguiente
fase.
Hay que
tener mucho cuidado con el riego tras el periodo de germinación, lo ideal en
este periodo es humedecer
pulverizando la maceta,antes de que
asomen sus cotiledones y después de ello
e ir aumentándolo con el crecimiento de la planta, vigilar el nivel de
hidratación del sustrato, ya que si este si se seca en demasía, la planta dejaría
de desarrollarse correctamente, por lo que perdería gran parte del potencial de
ella y las horas de sol que recibe, que desde mi punto de vista tras la germinación tienen que ser
pocas y a horas donde el sol no caliente mucho (primera hora de la mañana y
última de la tarde), posteriormente contra más sol mejor.
Tras la
germinación de la semilla, transcurridos sobre 10 días, las plantas suelen
estar preparadas para su trasplante. Este puede hacerse a la maceta definitiva
que deberá de tener una capacidad entre los 7 y 10 litros o bien poner la
semilla en una maceta menor, de unos 3 a 5 litros y tras el periodo de
crecimiento y antes de entrar en la floración pasarla a otra mayor con sustrato
nuevo, de esta forma de estaríamos dando un plus, puesto que al tomar la planta
nutrientes nuevos esta los agradecerá y su producción debería ser mayor, pero
hay que tener mucho cuidado con los trasplantes, muchas personas apuestan por poner la semilla
una vez germinada pasados unos 10 a 15 días en su maceta definitiva y no tener
que trasplantar., de esta forma podríamos evitar estresar a la planta. La
última palabra la tiene el cultivador.
Primero días tras su germinación
El CULTIVO DE AUTOFLORECIENTES
El
cultivo de este tipo de variedades es bastante sencillo, muy recomendable para neófitos en su inicio en
el cultivo del cannabis y para personas que no dispongan de mucho espacio
tanto en interior como en exterior, para climas adversos al cultivo del
cannabis, donde predominan los climas fríos y el número de horas de sol es
escaso, aunque la producción en este caso sin duda sería menor.
En cuanto
a los abonos líquidos de crecimiento y
floración, para el caso de las autoflorecientes podemos utilizar un producto
para las dos fases con una linea fija,
con un NPK estable, sobre 8N-9P-7K, que contienen calcio, aminoácidos,
aminopurinas, lignosulfonatos, polisacáridos (hidratos de carbono complejos),
microelemento y molibdeno. Aunque en la ultima fase, fase de floración, podemos
subir un poco el NPK ya que la planta en este periodo reclamará más comida y le
podemos agregar con los riegos además del abono líquido una cucharada de azúcar
moreno o melaza (hidratos de carbono simples) que será más que suficiente para
que nuestros preciados cogollos engorden (es recomendable no abusar de los
hidratos, pueden quemar las raíces, entre otros problemas y con ello a la planta).
Al igual
que en la primera fase, en esta es muy importante controlar el PH (niveles de
alcalinidad y acidez) que deberá de estar sobre los 6,5 y 7,5 en tierra (PH
neutro) y el EC (capacidad que tienen los líquidos para transportar
electricidad.) su nivel dependerá del tipo de cultivo que utilicemos ;tierra, coco,
hidrópico, etc.
Con un PH
y EC descompensado la planta no tomará los nutrientes que les proporcionamos,
entre otros problemas y no desarrollará su potencial al final de su corta vida.
Igual de
perjudicial es regar en demasía que la
falta de riego, debemos hacerlo cuando el sustrato este seco, regando hasta que
drene el agua por la parte inferior de la maceta. No por mucho regar y añadir
productos nuestras plantas van a crecer más, es preferible lo poco mucho que lo
mucho poco, o sea regar bien pocas veces que regar poco muchas.
Power Auto
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